Uno de los pilares centrales para tener unas finanzas personales sanas es tener un presupuesto mensual bajo el cuál puedas administrar tu dinero para cumplir con tus compromisos, ahorrar un poco y también puedas darte algunos gustitos. Quizá puede sonar aburrido, pero  con unos cuantos consejos prácticos y un poco de disciplina, podrás dominar el arte del presupuesto y hacer que tu dinero trabaje para ti.

Paso 1: Conoce tus ingresos

Primero, necesitas saber cuánto dinero entra en tu bolsillo cada mes. Incluye tu sueldo, ingresos extra, etc. Por ejemplo, si tu sueldo es de $14,000 y recibes $2,000 de un trabajo freelance, tu ingreso mensual es de $16,000.

Paso 2: Enlista tus gastos fijos

Ahora, haz una lista de todos tus gastos fijos. Estos son aquellos pagos que realizas cada mes sin falta, como la renta, servicios, transporte, y alimentación. Aquí tienes un ejemplo:

• Renta: $4,500
• Luz, agua, gas: $1,200
• Transporte: $1,500
• Supermercado: $3,000
• Internet y teléfono: $700
• Total de gastos fijos: $10,900

Paso 3: Identifica tus gastos variables

Los gastos variables son aquellos que cambian cada mes, como entretenimiento, ropa, cenas fuera, etc. Es importante ser honesto y realista aquí. Por ejemplo:

• Salidas a comer: $1,200
• Cine/Entretenimiento: $600
• Ropa/Accesorios: $1,200
• Total de gastos variables: $3,000

Paso 4: Establece metas de ahorro

Decide cuánto quieres ahorrar cada mes. Puede ser una cantidad fija o un porcentaje de tus ingresos. Digamos que quieres ahorrar $2,000 al mes.

Paso 5: Analiza y ajusta

Ahora, suma tus gastos fijos y variables, y réstalos de tus ingresos. En este ejemplo:

• Ingresos: $16,000
• Gastos fijos + variables: $13,900
• Ahorro: $2,000
• Total: $15,900

¡Lo lograste! Te quedan $100 de margen. Si tus gastos superan tus ingresos, es hora de ajustar. Quizá puedas reducir las salidas a comer o buscar ofertas en el supermercado.

Paso 6: Utiliza herramientas o apps

Hay muchas apps y herramientas que pueden ayudarte a seguir tu presupuesto. Aplicaciones como Mint, YNAB (You Need A Budget) o incluso una hoja de cálculo en Google Sheets pueden ser tus mejores aliados. Configura recordatorios y monitorea tus gastos regularmente.

Paso 7: Sé flexible pero disciplinado

La vida es impredecible y puede que necesites ajustar tu presupuesto de vez en cuando. Si surge un gasto inesperado, revisa tu presupuesto y encuentra dónde puedes hacer recortes temporales.

Ejemplo práctico

Imagina que un mes necesitas reparar tu coche, y esto te cuesta $3,000. En lugar de sacar ese dinero de tus ahorros, puedes ajustar tu presupuesto:

Reduces las salidas a comer a $500

Postergas la compra de ropa nueva

De esta manera, ajustas tu presupuesto sin sacrificar tus metas de ahorro.

Hacer y seguir un presupuesto mensual no tiene por qué ser una tarea tediosa. Con organización, herramientas adecuadas y un poco de flexibilidad, puedes manejar tus finanzas como un verdadero profesional. Recuerda, la clave está en la constancia y la disciplina. Empieza hoy y verás cómo tu dinero rinde mucho más